Mis compras el año próximo serán moderadas, pero no por ello menos atractivas, me he dado cuenta de que acumular trapos no tiene tanto sentido como me parecía, creo que estoy madurando, acercarse a la treintena tiene sus consecuencias y una de ellas es la facultad de valorar más las cosas, apreciarlas con ojos más sabios. Entre las prendas nuevas que quiero introducir en mi armario, un jersey o vestido estrellado me encantaría.
Aprender a hacer punto no estaría mal y un nuevo Longchamp maxi tampoco.
Me gustaría encontrar un vestido negro con cuello blanco, como éste, me eclipsó en cuanto lo vi y también la forma en que lo luce la chica, que lo hace suyo, con naturalidad, se nota que siente cariño por la prenda.
Y a pesar de que hablaba de compras sensatas, unos bonitos zapatos con mucho brillo a lo Miu Miu para alegrame el día, eso sí, en versión low cost.
Al margen de las compras, lo que yo quiero para 2012 es adoptar una actitud relajada, frágil, fina y natural.
Quiero un poquito de la actitud de Rose Byrne, que sí, que puede que sea sosa, pero en conjunto global esta chica irradia estilo, naturalidad y chic a raudales.
Y encontrar algún vestido especial de cara a verano, puesto que a pesar del frío, si es bonito siempre apetece, y si es una compra acertada, se amortiza.